“En el primer año de vida, un bebé puede multiplicar por cuatro la cantidad de residuos producidos por un adulto.”
Desde el momento en que el test de embarazo da positivo, o nos dicen que han aceptado nuestra solicitud de adopción, en esta sociedad, nuestra cabeza empieza a pensar: ¿qué necesitamos para que no le falte de nada a nuestro bebé?
Cada vez son más las madres y padres que están eligiendo un nuevo tipo de crianza basado sobre todo en 3 pilares:
1. La necesidad de ocuparse de una gestión sostenible del medio ambiente.
2. Un estilo de vida más saludable.
3. La urgencia de despertar y actuar desde una conciencia colectiva que ayude a desarrollar nuevos modelos de convivencia que cuiden de la vida en el planeta Tierra.
En el equipo de Happy 0-6 conocemos esta responsabilidad y sabemos que, a veces, tenemos la sensación de que llevar a cabo una crianza más sostenible nos va a llevar mucho trabajo, y en parte, es verdad. Pero también sabemos que es importante para todos, plantearnos qué mundo queremos y qué mundo dejaremos a nuestras hijas e hijos.
Son muchos los agentes que influyen en la educación de nuestros peques: la escuela, el entorno social, la publicidad, la familia extensa, etc… Pero la familia que convive con los más peques es la más importante, y la que más puede aportar una nueva mirada sobre cómo vivir un decrecimiento consumista y una cultura ecológica y sostenible.

¿Cómo educamos en la sostenibilidad?
Desde los primeros años, podemos educar en cosas sencillas pero de gran impacto como favorecer en el entorno familiar un consumo más sostenible o adaptar rutinas ecológicas: regular el consumo de agua y electricidad, utilizar medios de transporte públicos, generar hábitos alimenticios saludables, facilitar espacios de contacto directo con la naturaleza…Todo ello permitirá que los valores aprendidos se conviertan en una manera de estar en el mundo mucho más alineada con una conciencia ecológica, que tiene en cuenta que somos parte de un todo y que estamos interrelacionados, es decir, que todo lo que hacemos tiene un impacto sobre los demás y sobre todo el planeta.
Para el cuidado y atención de los más peques, hay muchas cosas que podemos hacer; utilizar pañales y toallas de tela, comprar ropa un poquito más grande para que le dure más tiempo, siempre que sea posible, escoger la lactancia materna, usar productos naturales para el cuidado de su piel, comprar juguetes de madera o materiales biodegradables…Pensando en “todo” lo que necesita nuestros peques, a veces no nos damos cuenta, de que quizásno necesita tanto como pensamos para ser feliz.
Tendemos a pensar que nuestras acciones a nivel individual no son de gran impacto, pero no es así, una crianza y una vida sostenible permite a las más peques integrar en su vida actitudes, valores y acciones concretas, y así, poco a poco ser muchas más personas conscientes de que, un cambio es posible si nos ponemos a ello. Lo más importante es dar el primer paso y ser un ejemplo a seguir.
Y tú, ¿qué alternativas sostenibles empleas para la crianza?